sábado, 18 de julio de 2020

LA ESCUELA COMO OCIO Y LA EDUCACIÓN COMO DERECHO

¿Qué esperar del sistema educativo luego de la pandemia?

 

 

Elvia María González Agudelo

Doctora en Ciencias Pedagógicas

Profesora UdeA

 

 

 

 

Siempre debemos tener presente que la palabra escuela etimológicamente procede del griego Scholéque significa ocio y tiempo libre, además se cruza con la palabra latina Ludus, que significa juego.  La escuela la dispuso la sociedad, hombres y mujeres libres que se congregaron espontáneamente para eso, pasar el tiempo estudiando, leyendo, escribiendo, conversando; pensando sobre la vida y sus placeres, el espíritu y el cuerpo en armonía; lo bello, lo bueno y lo verdadero también en armonía; privilegiando las formas sobre los contenidos, es decir, el pensamiento para producir conocimiento sobre el conocimiento mismo, el saber vivir pensando en mundos impensados pero posibles, en procura de la felicidad sobre el hecho de saber mucho sobre cualquier cosa.  Así funcionaron los espacios para la intelectualidad en Grecia, el gimnasio de Sócrates, la academia de Platón, el liceo de Aristóteles, el pórtico deZenón y los estoicos, los jardines deEpicuro y los hedonistas;la casa de las musas con su sorprendente biblioteca de Alejandría, así los griegos cimentaron la cultura de occidente.  Así funcionaron también los espacios para la intelectualidad en la edad media, estudios, colegios y talleres que forjaron las universidades en tanto espacios culturales que producen las ciencias, las artes y la tecnología hasta nuestros días.  Sin ocio no hay instituciones educativas, sin tiempo libre no hay conocimientos nuevos, sin lúdica no hay diversión. 

 

También debemos tener presente, siempre, que la educación se postuló como un derecho universal por los estados miembros de las Naciones Unidasdesde 1948.  Este mismo organismo declaró entre los objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS– para su Agenda 2030, la educación de calidad como su objetivo número cuatro.  En Colombia la Constitución Nacional de 1991 en su artículo 67  reza “la educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social”; al  no concebir la educación  como un derecho fundamental, en la práctica se igualó como un servicio, lo que hizo que esta última concepción prevaleciera en el país; el derecho a la educación se volvió un privilegio hasta que la Corte Constitucional corrigió esta situación, con las sentencias  C-376 de 2010 y la T-139 de 2013, en las cuales se estableció  la educación como un derecho fundamental equiparándolo a nivel mundial y así obligar al estado a cumplir con  laasequibilidado disponibilidad, en tanto inversión en recursos físicos y humanos por parte del estado; la accesibilidaden tanto igualdad de acceso sin ninguna discriminación y gratuidad progresiva; la adaptabilidaden tanto adecuarse a las necesidades de los estudiantes y garantizar la continuidad del servicio para lograr la permanencia; y la aceptabilidado calidadde la educación que se ofrece para todos y durante toda la vida.

Así pues, si la escuela es ocio, tiempo libre y juego, y la educación es un derecho humano universal ¿Qué se esperaría del sistema educativo luego de la pandemia? Claramente que garantice lo uno y lo otro. El tiempo transcurre y las posibilidades fluyen:

Creo posibleque la educación como un derecho humano universal sea asequible para todas y todos, es decir, que el estado garantice los recursos físicos para dotar la ciudad como un gran ambiente de aprendizaje, una ciudad para el arte, ciencia y la tecnología; con parques, bibliotecas, museos, teatros, universidades e instituciones educativas rediseñadas para estar ahí en el disfrute del aprender, interconectadas no solo físicamente con ciclo vías y transporte público sino con redes tecnológicas, compartiendo en la nube los contenidos para propios y extraños.  Albergo la esperanza que se estén construyendo los 2.365 nuevos salones que hacen falta para establecer la jornada única.  Pero salones redondos, triangulares, asimétricos, con luz, ventilados y llenos de colores, sillas, sillones, sofás, cojines, hamacas, tapetes, mesas de diferentes formas y colores, paredes como pizarras para escribir y borrar, dotados con tecnología de punta, con sus propias bibliotecas, donde converja lo digital y lo análogo.  Instituciones Educativas con baterías sanitarias óptimas, comedores y restaurantes escolares con su propios nutricionistas y chefs.  Con espacios específicos para el desarrollo de las ciencias, la técnica, la tecnología, las artes y el deporte.  Espacios todos para el ocio, el tiempo libre, el juego, el disfrute, para la diversión y el entretenimiento que implica aprender. Dónde las preguntas trascendentales puedan circular libremente ¿Quién soy yo? ¿Qué haré con mi vida? ¿Cuál es mi talento? ¿Cómo habito el mundo? ¿Cuál es mi tiempo? ¿Qué necesito saber para vivir?  Espacios para habitar con más y mejores profesores que disfruten su trabajo detectando los talentos de sus estudiantes y acompañándolos a forjar su propio destino. Una ciudad donde se respire cultura.

Creo posibleque la educación como un derecho humano universal sea accesible para todas y todos, es decir, que el estado garantice la igualdad, la equidad, la diversidad, la inclusión, la interculturalidad y la gratuidad.  Los diferentes grupos humanos y sus diferentes culturas, necesitan coexistir, el universo hoy esta interconectado, todos podríamos comunicarnos, participar en esa dialogo universal, cuidarnos y cuidar de los demás, utilizar el lenguaje correctamente para dejar atrás los prejuicios y acercarnos, aceptarnos y aceptar lo otro.  La educación necesita ser gratuita para que todas y todos podamos acceder a ella, y una vez en la escuela la equidad posibilite la igualdad, lo único en lo diverso, las posibilidades de ser sin distinción alguna por raza, sexo, género, ideologías, creencias, pensamiento, gusto, discapacidades y culturas. Las instituciones educativas necesitan incorporar las didácticas especiales para cualificar los ambientes de aprendizaje que posibiliten ser mejores personas cada día.  

 

Creo posible  que la educación como un derecho humano universal se adapte a todas y todos, es decir, que el estado garantice la permanencia, no solo en la seguridad alimentaria y la capacidad de brindar el servicio de transporte escolar sino que el diseño de los currículos sean lo suficientemente flexibles, alejados de todo lo prescrito, diseñado por problemas, que estimule la inteligencia colectiva; que posibiliten que cada estudiante sea libre para construir su proyecto de vida, elegir una ruta curricular que le permita desarrollar sus talentos y poder ser. Donde el profesor sea simplemente un compañero de vida y la escuela su entorno protector, protector no solo de su vida digna, sino de sus ideas, de sus pensamientos, de sus posibilidades de ser. La comunicación entre profesores y estudiantes ha cambiado, hoy se hace necesario la dotación gratuitita de pantallas digitales personales para cada profesor y cada estudiante, con su respectiva conectividad, visitar la nube y estar involucrados en las redes, es la cultura de lo digital, el entretenimiento se hace viral. Albergo la esperanza que los salones con computadores desaparezcan pues los estudiantes ya son libres de aprender desde cualquier lugar y en cualquier momento.  Las instituciones educativas necesitan diseñar grupos virtuales, algunas familias y comunidades están aprendiendo a vivir de otra manera y las escuelas deben disponerse a ello, otro grupo de cada nivel debe ofertarse virtualmente.  Albergo la esperanza que los profesores estén diseñando actividades didácticas desde la cultura de la convergencia, la transmedia, el universo narrativo, la convivencia de múltiples textos: libros, cartas, revistas, periódicos, iconografías, comics, videos, blogs, páginas web, audios, juegos, realizados por profesores y estudiantes que deben estar almacenándose en la nube para socializar el conocimiento y todos los estudiantes puedan acceder a ellos una conversación interminable con su profesor. Albergo la esperanza que las políticas públicas permitan la coexistencia de las diferentes modalidades de educación.

Creo posibleque la educación como un derecho humano universal sea concebida como una educación de calidad, tal como lo estipulan los ODS en contraposición con la frase calidad de la educación, lo que implica que el ser humano está por encima de las cifras, el ser humano no se reduce a un número. Este postulado es una perspectiva para pasar de lo cuantitativo a lo cualitativo, de lo estandarizado a lo singular; pasar de una visión desde  la economía de la educación hacia el desarrollo humano,a la esencia pedagógica  de la formación del ser, en tanto elaboración de su conciencia histórica como diría Gadamer, en cuanto la autodeterminación del ser en libertad como enuncia Regenbrecht;  para desde lo uno, lo singular, llegar  a los otros, lo general,  la educación en tanto conciencia colectiva para poder vivir todas y todos juntos en paz, libres, dignos y solidarios como estipula nuestra constitución nacional, pues la educación de calidad no es más que los estilo de vida de los personas que habitan dicho país, entonces  ¿Seremos un país educado?