viernes, 4 de diciembre de 2020

¿Cómo se diseña un proyecto de aula?

 

 Elvia María González Agudelo

 Profesora Universidad de Antioquia 

 

El proyecto de aula es una propuesta didáctica fundamentada en la investigación formativa para traducir los métodos de las ciencias a los procesos de enseñanza y aprendizaje. El proyecto es una guía, una acción intencionada, el puente entre el mundo de la vida y el mundo de las ciencias, un diálogo de saberes entre las ciencias y las didácticas, una visión en el horizonte  para  que las nuevas generaciones puedan formarse como creadores de mundos impensados pero posibles. 

 

El concepto de aula toma nuevos sentidos en tanto se convierte en un espacio donde un grupo humano se encuentra para establecer lazos de comunicación en torno a la solución de problemas sociales a través de conocimientos científicos, artísticos, técnicos o tecnológicos. El aula es lugar donde habita el diálogo de saberes entre profesores y estudiantes, donde se interactúa, donde se genera la comunicación para posibilitar acciones a través del conocimiento que procura la transformación de la cultura.  El conocimiento se construye a través de las experiencias vividas, ya lo dijo Martí, “sólo el que hace, sabe”.  El aula, ahora es un salón dialogante, un ambiente de aprendizaje que alberga a una guarida de soñadores.

 

El proyecto de aula parte de un problema, es decir, de una dificultad, de una tensión, de un obstáculo, de un deseo o de una necesidad en el mundo de la vida, son situaciones problémicas que se enmarcan en una pregunta para generar un proceso de investigación, un proyecto de saber, que implica desplegar un método, esencia del  saber que se enseña, su proceso de construcción de conocimientos con su respectivo proceder metodológico. Por ello, enseñar con base en proyectos de aula permite el desarrollo del pensamiento de los estudiantes a través de la solución de problemas, desarrollar su inteligencia; es sobreponer el método a los contenidos, dejar atrás los currículos prescritos.

 

El proyecto de aula, al partir de un problema de la vida cotidiana, contextualiza la enseñanza, procura la pertinencia del currículo, le otorga carácter interdisciplinario, pues un problema correctamente planteado sugiere el diálogo entre saberes y además, despliega los elementos trasversales al currículo, ya que luego de enunciar el problema, se delimita su objeto de estudio y se plantea un propósito de formación, la expresión pedagógica del encargo social, la aspiración, el ideal de hombre y mujer 

que se pretende formar, portando lo que el estudiante debe aprender para resolver el problema. En el proceso de solucionar ese problema no solo se adquieren conocimientos sino formas de pensar que albergan valores, posiciones políticas y posturas estéticas, las diferente racionalidades del ser humano, su formación integral, allí se relacionan los saberes que se enseñan con la política, la ética y la estética, que configuran el carácter interdisciplinario del proyecto de aula y despliega los elementos transversales que se debaten en cada paso del mismo.

 

Los saberes que se necesitan aprender para resolver el problema constituyen lo que en investigación se denomina el marco de referencia y en el  currículo, contenidos. Los estudiantes necesitan apropiarse de dichos conocimientos para aplicarlos en la solución del problema.  Su adquisición se debe dar mediante estrategias didácticas como el seminario, el club de revistas o procesos investigativos con la construcción del estado del arte o la historia de conceptos. 

 

Una vez enunciado el problema se plantea el método con el cual se solucionará. El método se desprende de las ciencia mismas, por ejemplo, de las ciencias formales el método deductivo, de las ciencias naturales, el método inductivo, de las ciencias humanas el método hermenéutico o fenomenológico y así sucesivamente.   El método no solo muestra un camino para construir sino que indica unas formas de pensamiento;  por ejemplo, el método deductivo posibilita un pensamiento abstracto, el método inductivo un pensamiento analítico, la hermenéutica, la comprensión y la interpretación y así recíprocamente.  Estas formas de pensamiento deben explicitarse en los propósitos de formación y en la evaluación, que no es más que valorar, durante el proceso, como se solucionó el problema.

 

El método, en tanto comunicación que genera acciones en el mundo de la vida, se concreta en las actividades mediante las cuales los estudiantes asimilan y acomoda en su celebro, la información necesaria para resolver el problema. Las actividades se desarrollan en grupo, el cual interactúa mediante un sistema de tareas, en un tiempo y un espacio, utilizando unos medios y recursos para construir un producto metódicamente que da solución al problema y por tanto se alcance el propósito de formación. 

 

Así, planteando un problema, un objeto, un propósito, unos saberes, un método y una serie de actividades a desarrollar, utilizando unos medios, por un grupo, en un un tiempo y un espacio, con la finalidad de construir un producto que al ser evaluado, solucione el problema y por tanto se alcance el propósito, se diseña un proyecto de aula que se desarrolla como un proyecto de investigación formativa. En la ejecución, continua o discontinua de las actividades derivadas de las metodologías  de investigación y los métodos de las ciencias se irá formando a los estudiantes como investigadores, como creadores, como solucionadores de problemas reales de una sociedad para lograr la transformación de la cultura y lo mas trascendental, que cada estudiante sea hoy mejor persona que ayer. 

 

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*Este ensayo es una síntesis del artículo titulado El proyecto de aulaoacerca de la formación en investigación de mi autoría.